Obra en Chile

El 11 de Marzo de 1958, llegaron a Chile las primeras fundadoras, ayudadas por familias importantes que conocían nuestro trabajo en Argentina. Se encuentran con amplio campo de trabajo, estableciéndose una escuela Primaria y escuela Téctica, aparte de los grupos de niñas y residentes.

Esta primera obra, no estaba preparada para resistir los frecuentes terremotos de este País. No faltando amigos y bienhechores se plantea un nuevo proyecto con viviendas más sólidas donde dar acogida a niñas y estudiantes obreras apoyando sus deseos de promoción cultural, social y religiosa.

Las obras de la Congregación en este país, no son numerosas, pero sí fecundas, colaborando en las tareas pastorales de los barrios e insertándose en barrios marginales de Santiago de Chile y en otras zonas más deprimidas del país.
ch_casa_social
La orientación actual es la de no tener Colegios propios, sino ocuparse en Obras de catequesis y ayuda a jóvenes y familias, preferentemente en estructuras, que permitan libertad de movimiento necesaria, para moverse a los lugares donde la necesidad sea más urgente en cada momento para realizar nuestra tarea de Angeles Custodios.

Tres casas se mantienen actualmente en Chile: En Concepción y   Santiago , como  residencia de jóvenes y en el barrio de Santiago, llamado Conchali, obra social y pastoral.

Obra en Brasil

Después de Argentina, en Octubre de 1935, tras conocer nuestra obra la Embajadora de Brasil en España, mostró gran interés en que la Congregación de los Angeles Custodios fundara en Brasil y el 29 de Septiembre de 1935, un grupo de religiosas partían rumbo a Río de Janeiro. Comenzaron a trabajar en barrios marginales por medio de talleres, ambulatorios y catequesis. Un campo de trabajo interesante y atractivo siendo extraordinariamente fecunda la presencia y el trabajo de las religiosas en estos primeros años de la fundación de Brasil.
ø
En 1965 se funda en Marialva (Norte de Paraná), una ciudad ganada a la selva brasileña y con una población procedente de diversas nacionalidades, gentes sencillas y religiosas, que pedían que una Congregación religiosa se ocupara de la educación cristiana de sus hijos. En los alrededores de Marialva, mucha gente vivía en «vilas» apenas visibles al confundirse con la vegetación. Favelas miserables, hechas con plásticos y maderas de desecho, con una economía de mera supervivencia. Las Hermanas se propusieron hacer lo posible para remediar aquella situación. Comenzaron por una escuela parroquial, pequeña y mal dotada y comenzaron a gestionar una escuela que respondiera a las necesidades y expectativas de la gente. Después de muchas dificultades se pudo edificar un Colegio, en el que

tenían cabida además de la Comunidad religiosa, un grupo de niñas y jóvenes, se imparte Educación Primaria, Cursillos prematrimoniales, Educación en la Fe y cuantas actividades pastorales pueda necesitar la parroquia.
En los años 70 se adentraron en las llamadas «Vilas miseria», donde con ayudas de Organismos internacionales se ha conseguido levantar el Centro de Acogida Madre Rafaela. Es un hogar abierto, donde los niños, aprenden, comen y están recogidos mientras sus madres trabajan o buscan trabajo. Los mayores tienen diversos aprendizajes profesionales además de la formación pastoral. Después de varios años de trabajo por parte de las religiosas y de la colaboración de personas comprometidas se ha conseguido mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Cabo Frío, es una pequeña ciudad turística cerca de Río de Janeiro y en las afueras de la población, un barrio de pescadores con necesidades de todo tipo. Al observar una población infantil muy numerosa se concibió la idea de crear una escuela. SeCoelhlo Neto comenzó con una campaña de donativos y suscripciones y con gran constancia y sacrificio se llegó a construir dicha escuela, entregándose las Hnas.
OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Por entero a las necesidades del barrio, siendo múltiples sus actividades. Actualmente la Escuela es estatal, pagados los maestros por el Estado y con capacidad para 850 alumnos. Además de la escuela, las Hermanas se ocupan de la catequesis, los grupos cristianos juveniles y dirigen la parroquia en ausencia del sacerdote.
En Coehlo Neto (Río de Janeiro) en 1978, se construye una nueva casa donde se educan a niñas y jóvenes procedentes de la Protección del Menor acudiendo a centros cercanos para realizar sus estudios. Funciona también una escuela mixta, donde se les da de comer con el fin de ayudar a sus madres jóvenes y evitar el peligro de la calle.

Obra en Argentina

El primer país americano en que el Instituto comienza a proyectar su labor misionera, es Argentina.

Con ocasión de un viaje de la Madre General a Roma, conoció al embajador de Argentina ante la Santa Sede Don Carlos Estrada. Este señor y su esposa al conocer la misión del Instituto gestionó la entrada de las religiosas en Buenos Aires donde llegaron el 27 de Febrero de 1934.

Gracias a la tenacidad de las Religiosas se pudieron resolver los conflictos y problemas que toda fundación lleva consigo. La Obra en América estuvo siempre en continua evolución: escuelas profesionales para jóvenes, donde por medio de diversos talleres, aprendían a ganarse su jornal. Todo esto se compaginaba con la educación en la fe, las Congregaciones Marianas, y las escuelas recreativas los domingos abiertas a niñas y jóvenes de los barrios donde estábamos ubicadas.
ø

 

Nuevas Fundaciones

Después surgen nuevas fundaciones en Buenos Aires, Quilmes, Los Cocos, Rio Cuarto, San Fernando, Rosseti, Colombres, San Sebastián, Santa Felícitas, etc. .
ar_RioCuarto_patio
Las obras en estas casas se han ido transformando según las necesidades sociales y culturales, acoplándose a las reformas educativas y a las obras pastorales del momento, pensando siempre en el mejor servicio a la juventud argentina.

Una de las fundaciones más peculiares fue la de San Fernando a 30 Kms. de Buenos Aires, estaba rodeado de numerosos barrios de emergencia, donde miles de niños vivían privados de educación. No pudiendo permanecer indiferentes ante tanta juventud desatendida, se internaron en los barrios más conflictivos y violentos. Comenzaron por el bario apodado «la puñalada», sin calles, sin luz ni agua, hacinados en ranchos míseros, comenzaron su trabajo para recuperar y promocionar este lugar de barro y lluvia.

ar_SanFernando_patio

Algunas religiosas y varias jóvenes empezaron los primeros encuentros y tanteos con la gente ofreciéndoles su amistad. Para tener más contacto con la gente del lugar, decidieron quedar se allí comprando un «rancho» para centro de actividades. A ellas se unieron pronto como colaboradores un grupo de matrimonios y ex alumnas de otros Colegios. Crean una pequeña escuela con escasez de medios y abundancia de aventuras recogiendo a los niños, los cuales tienen que llevar sus banquitos a la escuela para poder sentarse.

Se organizaron procesiones por el barrio, para pedir ayuda y recursos y estos no tardaron en llegar. Pronto comenzaron a llegar material de construcción para levantar la escuela. Una visita al barrio en 1959 del Ministro de Acción Social y del Intendente sirvió para que las autoridades se interesaran por la Obra y concedieran la subvención necesaria para terminar la Escuela. Además de la Escuela Primaria, era Escuela de Adultos, Escuela Profesional y de Alfabetización. Los domingos funcionaba también como Iglesia.

ar_RioCuarto_ninos
Mas tarde el barrio se benefició de un plan de viviendas. Esto significó entrar en un proceso de dignificación social muy importante. El antiguo barrio de «la puñalada» se convirtió en el barrio de San Rafael, gesto de los vecinos que quisieron manifestar su agradecimiento a las seguidoras de la Madre Rafaela que tanto habían contribuido a elevar el nivel cultural, moral y espiritual del barrio. El Colegio se amplió, se construyó un dispensario. Actualmente el Centro cuenta con casi 700 alumnos, trabajando además en la pastoral juvenil y familiar.

El trabajo de las religiosas se realiza teniendo siempre como horizonte la juventud, que espera siempre el apoyo, el amor, la orientación oportuna y las posibilidades hacía un futuro más seguro y esperanzador.

Actualmente en Argentina ocho comunidades de religiosas de los Angeles Custodios realizan su labor en Colegios, Residencia, Hogares, Parroquias, Casas de encuentros y convivencias.